CELEBREMOS EL ADVIENTO HOY
Un poco de historia
En el siglo IV de nuestra era los cristianos comenzaron a celebrar la venida del Señor entre los hombres. Era una celebración nueva, en esa época, pues antes de ella sólo se celebraba el día de Cristo,
Fijada la celebración del Nacimiento del Señor, ésta se va preparando durante un tiempo. Esta costumbre tuvo su origen en Francia y España; y en el siglo VII, aproximadamente, se extiende a Roma naciendo así este tiempo litúrgico, que hoy llamamos Adviento.
Ya en los primeros datos sobre el Adviento se descubre un carácter escatológico a la vez del carácter de preparación a
SENTIDO Y ESTRUCTURA DEL ADVIENTO
La celebración del Adviento dura cuatro semanas que están divididas en dos etapas. Durante este tiempo se prepara
La primera etapa empieza el primer domingo de Adviento y termina el día 16 de diciembre. En esta etapa
La segunda etapa pone la atención en la venida histórica del Señor, es como una "Semana Santa" que prepara
De lo señalado hasta el momento se puede inducir cuál es el sentido del Adviento, lo más importante es que se trata de
El Adviento difiere de
Las lecturas de este tiempo nos orientan en las dos dimensiones de
Este sentido de espera de lo definitivo se expresa en la liturgia mediante la supresión de los símbolos festivos, falta algo para la fiesta completa que sólo tendrá el culmen de la alegría cuando el Señor esté con su pueblo.
PERSONAJES DEL ADVIENTO
El tiempo del Adviento nos presenta tres personajes que nos ayudan a preparamos para las fiestas navideñas.
Isaías es el profeta del Adviento. En sus palabras resuena el eco de la gran esperanza que confortará al pueblo elegido en tiempos difíciles y trascendentales, en su actitud y sus palabras se manifiesta la espera, la venida del Rey Mesías. Él anuncia una esperanza para todos los tiempos. En nuestro tiempo conviene mirar la figura de Isaías y escuchar su mensaje que nos dice que no todo está perdido, porque el Dios Fiel en quien creemos no abandona nunca a su pueblo, sino por el contrario, le da la salvación.
Juan Bautista, el Precursor, es otro de los personajes del Adviento; él en su persona y sus palabras nos resume toda la historia anterior, él prepara los caminos del Señor, nos invita a la conversión, anuncia la salvación, señala a Cristo entre los hombres. Las palabras de invitación a la penitencia de Juan el Bautista cobran una gran actualidad hoy, su invitación es importantísima; para recibir al Señor hay que cambiar nuestra mentalidad engendradora de malas acciones, para encontrarnos con Él después de nuestro cambio interior.
María,
ESPIRITUALIDAD DEL ADVIENTO
Durante el tiempo del Adviento la liturgia pone a nuestra consideración al Dios - Amor que se hace presente en la historia de los hombres, Dios que salva al género humano por medio de Jesús de Nazaret en quien el Padre se revela.
El Adviento nos debe hacer crecer en nuestra convicción de que Dios nos ama y nos quiere salvar, y debe acrecentar nuestro amor agradecido a Dios.
Adviento es el tiempo litúrgico de dimensión escatológica, el tiempo que nos recuerda que la vida del cristiano no termina acá, sino que Dios nos ha destinado a la eternidad, a la salvación; en este proyecto la historia es el lugar de las promesas de Dios.
Dios anuncia y cumple sus promesas en nuestra historia. Adviento es el tiempo en que celebramos la dimensión escatológica de nuestra fe, pues nos presenta el plan divino de salvación con elementos ya realizados en Cristo y con otros elementos de plenitud que aún esperamos se cumplan.
Esta esperanza escatológica supone una actitud de vigilancia, porque el Señor vendrá cuando menos lo pensamos. La vigilancia requiere la fidelidad, la espera ansiosa y también el sacrificio; la actitud radical del cristiano ante el retorno del Señor es el grito interior de: ¡VEN, SEÑOR JESÚS!.
Esperar en el Señor supone estar convencido que sólo de Él viene la salvación, sólo Él puede liberarnos de nuestra miseria, de esa miseria que nos esclaviza e impide crecer; el tiempo de Adviento nos recuerda que se acerca el Salvador por eso la esperanza va unida a la alegría, el gozo y la confianza.
Adviento es también, el tiempo del compromiso terreno; la invitación del Bautista a preparar los caminos del Señor nos presenta como ideal una espera activa y eficaz. No se espera al Señor que vendrá con los brazos cruzados sino en actividad, en el esfuerzo por contribuir a construir un mundo mejor, más justo, más pacífico donde se viva la fraternidad y la solidaridad. La espera del cielo nuevo y tierra nueva nos impulsa a esta acción transformante de nuestro mundo, pues así éste va madurando y preparándose positivamente para la transformación definitiva al final de los tiempos.
La espera escatológica definitiva al final de los tiempos no es una invitación a la ausencia del compromiso con la sociedad terrena sino un estímulo a prepararla para esa transformación.
El Adviento nos hace desear ardientemente el retorno de Cristo, pero la visión de nuestro mundo injusto, sembrado de odio y división nos revela su falta de preparación para recibir al Señor. Los creyentes hemos de preparar el mundo, madurarlo para venida del Señor.
VIVAMOS EL "ADVIENTO" ... DEL SEÑOR QUE LLEGA
INVOCACIÓN. Adviento o "advenimiento" son palabras que significan tiempo y actitud de espera ... con llegada. Por su fuerza intensiva, no las aplicamos al acontecer rutinario en el que los hombres nos hallamos inmersos, acaso sin emoción y sobresalto... Las reservamos para hablar de acontecimientos altamente deseados y esperados (si reportan bienes) o pavorosamente temidos, si traen consigo males ... Advenimiento altamente deseado y esperado es, para una joven, el día de su desposorio; para una esposa, el de su maternidad; y para un pueblo en guerra, el de su paz. Y advenimiento intensamente temido es, para una familia, el zarpazo de la crisis en sus relaciones hogareñas; y para una economía modesta, la pérdida del puesto de trabajo que garantizaba el pan. ...Invoquemos muchas veces este tipo de "advientos" que salpican de gracia o dolor nuestras vidas, y aprenderemos a valorar otros igualmente fuertes
EXPECTACIÓN. ¡Feliz el hombre que sabe vivir en constante "adviento"! .... Si consideramos atentamente las cosas, los avatares de cada día nos obligan a vivir siempre expectantes, pues, queramos o no, transitamos, de la mañana a la noche, por caminos siempre inacabados... , siempre abiertos a la sorpresa ... Nos hacemos y rehacemos a golpe de sorpresas y esperanzas, sobre todo de sorpresas gratas y de esperanzas fundadas .... ¿No es verdad que, si bien con frecuencia soportamos días grises, y con lágrimas, damos primacía a los advenimientos alegres que muestran el rostro positivo de las cosas...? Del "adviento humano", venturoso, podríamos decir que es tiempo de esperanza firme y de preparación robusta para dar alcance a presas arduas: a un amor difícil, a una amistad profunda, a una actitud solidaria, a una mesa compartid ..
EXPECTACIÓN RELIGIOSA. ¡Feliz el hombre cuyos "advientos humanos" colman sus esperanzas! Pero más feliz todavía aquel cuyos advientos tienen auras de "religiosidad" ..... Miremos al hombre que es creyente. Su adviento, por ser religioso (pues habla de advenimiento de Dios, o de los dioses), es el más bello y sublime que cabe en la escala de las "esperanzas"... Con razón todas las religiones, primitivas o evolucionadas, celebraron su peculiar adviento una y otra vez. A todas les gusta revivir con cierta expectación solemne la cercanía de su Dios (o de sus dioses)... ¡Cómo "suspiramos" todos los mortales por que "advenga" a nuestra vida un Ser Divino de rostro amigable y protector ...
ADVIENTO JUDEO-CRISTIANO Y EXPECTACIÓN SUPREMA.
Todas las religiones celebran su Adviento.... Pero, entre todos los Advientos celebrados, el que proclaman el judaísmo y el cristianismo ofrece singularidades extraordinarias, al calor de una fe que se alimenta en
En la tradición judía, YAVÉ, Dios único y creador, se convierte en providencia amorosa y luz que alumbra toda la historia del pueblo elegido a través de Alianzas de fidelidad, Leyes de vida y culto, y Promesas de gracia que recorren los libros del Antiguo Testamento.... Entre esas Promesas, el ventanal del Adviento se abre con un compromiso sagrado y una exigencia: compromiso divino de que Yavé enviará a Israel un MESÍAS LIBERADOR ..; y exigencia al pueblo de que viva a la espera del Mesías, en prolongado Adviento, sin desfallecer .... ¿No es hermosa esta de Israel, pueblo llamado a vivir en permanente Adviento, porque el MESÍAS prometido llegará...? ¡Hermosura es la promesa ! ... Pero no lo es el dolor de la esperanza frustrada... Porque ese Mesías, el prometido, llegó ya; llegó en la plenitud de los tiempos, en JESÚS DE NAZARET....! ¡ Y los suyos no le recibieron....! ... Los judíos recorren todavía hoy el mundo soñando con otros mesías..
En la tradición cristiana, las cosas cambiaron. Nosotros, iluminados por la gracia del Nuevo Testamento, confesamos en Adviento y Navidad que Jesús de Nazaret es el MESÍAS ESPERADO DE ISRAEL y lo adoramos como a tal ... Por eso hacemos un Adviento jubiloso que colma toda expectación..! Nosotros creemos que Jesús es el Hijo del Padre, y que el Padre, por amor, nos le envió a compartir con nosotros la tienda de la vida, haciéndose Niño en las entrañas de la virgen María.... En la fe, aceptamos que el Mesías anunciado, Dios Hijo, ya se vistió de nuestra naturaleza y se hizo apto para sentir, imaginar, amar, sufrir, reír, llorar... como nosotros .... Gocémonos en ello.
¡Adviento! ¡Adviento! ... ¡Seas para nosotros esperanza, acogida y escucha del mensaje del Mesías que viene a transformar el mundo por el Amor...! ¡Ven, Señor, no tardes!